Todos pasamos por momentos en que parece que estemos “en espera”. En espera de algo mejor, de conseguir eso que queremos. Pero hay factores que están fuera de nuestro control. Entonces nos podemos sentir desilusionados, impotentes, perdidos, desesperados. Por suerte, una forma más dulce y suave de ver este momento.
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¿Qué significa no tener lo que quieres?
Partimos de la idea de que tenemos en la mente una imagen de lo que nuestra vida debería ser, unos deseos, unas ambiciones. Sabemos que hay una serie de cosas que debemos ir haciendo para llegar a ese ideal. Y, a la vez, sabemos que hay una parte de lo que nos sucede en la vida que no depende de nosotros, digamos azar, suerte, destino. Cuando hay algún impedimento que hace que no podamos avanzar y no lleguemos a estar en el punto donde quisiéramos, podemos sentirnos estancados, angustiados, decepcionados, nerviosos. Es incómodo.
Me he oído varias veces así y es fácil sentirse desesperado y con impotencia. En estas situaciones, lo que más ocupa espacio es el diálogo interno entre el demonio y el ángel. Uno te recuerda que estás perdiendo tiempo y te dice que deberías esforzarte más, que no estás haciendo suficiente, que deberías haber hecho esto y aquello. El otro, más dulce, intenta reconfortarte y te recuerda que hay cosas fuera de tu control, que todo sucederá cuando tenga que pasar y de la forma que deba ser, que te has esforzado, que eres suficiente, que eres merecedor de todo lo que deseas.
¿Qué hacer?
De verdad que he pasado por todas las fases: hacerme auto terapia para confiar en mis esfuerzos, perder los nervios y explotar de rabia, llorar, tener la autoestima alta y esperar lo mejor, admitir la realidad y aceptar lo mínimo…
Creo que lo que más me ha ayudado ha sido decirme de ser mía, esperar, no esperar, no es la mentalidad "normal", impulsivamente. Vigila tu mentalidad y encuentra aquellas espinas que son atisbo de una inseguridad, de un deseo más profundo, y trabajo, profundiza.
Recordatorios que pueden hacer ese momento más fácil de llevar
1. Haz todo lo que creas necesario y, si lo necesitas, pide ayuda.
2. Mantente en una mentalidad de abundancia (de oportunidades, de creatividad, de amor…).
3. Respira, disfruta del momento presente en que no tienes lo que quieres e imagina lo que puedes pensar cuando ya lo tengas.
4. Prepárate haciendo todo lo que creas que te puede ayudar en el futuro (crea hábitos, estudia…).
5. Déjate guiar y sorprender por lo que te ocurra en el día a día.
¡Y qué fácil es decirlo!
Si te encuentras en uno de estos momentos "espera" que los llamo yo, piensa que uno de los claros aprendizajes es la paciencia. Mantente aquí, contigo, con lo que eres, y confía. Se suave contigo mismo.
Deseo que todo lo que desees con todo tu corazón llegue tú con facilidad.
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El lado suave del mundo.
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