Diario #5: A las personas que tienen muchos intereses

Camino hacia la autenticidad cuotidiana.

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Dominados por la aparente necesidad de elegir un solo camino en la vida dictado por el ámbito laboral, nos sentimos empujados a seguir únicamente eso. Ahora parece que, desde que he escogido una trayectoria profesional, todo debe estar relacionado con ella: por fidelidad, por coherencia, por rendimiento, por méritos, para hacer crecer el currículum. Pero, ¿qué pasa con todo aquello que antes nos apasionaba?

¿Qué fue de aquella niña que quería aprender a bailar, que dibujaba por placer y se inventaba historias sin parar? ¿Por qué lo dejamos atrás? ¿Por qué sentimos que, si algo no es útil o productivo, no merece la pena hacerlo?

Esta misma lógica también tiene efectos colaterales en nuestras relaciones. Nos acomodamos en la rutina diaria, pero cuando llegan las vacaciones o los fines de semana… aparecen los vacíos. No sabemos qué hacer juntos, no compartimos pasiones ni tiempo de calidad. Nos damos cuenta de que, fuera del ritmo cotidiano, apenas nos conocemos. Y tal vez por eso, Sílvia Congost (psicóloga, terapeuta de pareja) asegura que en verano se rompen tantas parejas.

A mí me pasa exactamente eso. En el día a día, cuando trabajo y estoy ocupada durante las ocho horas laborales, todo va bien, porque tengo claro qué debo hacer y qué pasos seguir. 

Pero cuando tengo vacaciones, me bloqueo, no sé qué hacer. Ahora estoy entendiendo que lo que necesito no es llenar cada minuto con productividad, sino recuperar los intereses que me hacen sentir viva. Necesito momentos de pausa del trabajo para poder dedicarme a otras actividades, cosas sin más finalidad que disfrutar, crear, jugar. Puedo tener pasiones, hobbies y explorar intereses que me generan curiosidad sin que tengan que estar vinculados a mi profesión. 

A esto llamo yo autenticidad cuotidiana.

Hemos olvidado conectar con nuestra parte más fluida, intuitiva y creativa. Hacer cosas "porque sí", por placer, por curiosidad, por sentirnos. ¿Cuándo fue la última vez que estuviste realmente relajado? ¿Que hiciste algo sin otra intención que disfrutarlo?

• ¿Qué hago cuando estoy sola/cuando no trabajo?
• ¿Qué cosas hacía en el pasado que me gustaría volver a probar?
• ¿Hay algún tema o actividad que me genere curiosidad y me gustaría explorar?
• ¿Quién era yo antes de que "el mundo" entrara en mí?

Hace unas semanas decidí dedicar tardes y fines de semana a hacer exactamente eso: explorar lo que me despierta curiosidad, lo que me da energía y me conecta con mi creatividad. Esto es lo que he probado hasta ahora:

• Nuevas recetas de repostería (algunas saludables, otras no tanto)
• Clases de baile en pareja
• Taller de joyería con cerámica
• Pintura con acrílicos
• Una pequeña remodelación en la habitación

¿Y sabes qué? No he necesitado ser experta en nada. No lo hice para destacar, ni para obtener reconocimiento, ni para convertirlo en un nuevo trabajo. Lo hice por mí. Y no tuve que hacer un gran cambio de rumbo en mi vida, ni pedir permiso a nadie, ni invertir grandes cantidades de dinero.

Solo necesité darme permiso y revisar mis prioridades.

Me he sentido liberada, viva, orgullosa de mí. Hubo cosas que, al principio, me dieron vergüenza. Pero he decidido que esta vida es mía y quiero vivirla a mi manera, probando todo aquello que despierta mi curiosidad.

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El lado suave del mundo.

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