Diario #2: Ansiedad

De vez en cuando entro en un ciclo de ansiedad que me recuerda al día a día de hace unos años. Aparte de la sensación, me recuerda que tengo que ir trabajando algo dentro de mí, una forma de pensar y afrontar los vacíos e interrogantes que forman parte de la vida.

Parece mentira que algo tan falso pueda ser tan incómodo y lleve tanto malestar. Como si nada de lo que hiciera estuviera bien, o bien. Como un descontento continuo.

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Abril 2025 Empiezo las vacaciones

Hasta ahora no me he atrevido a escribirlo por miedo a que la burbuja se rompiera. Creo que hacía mucho que no me sentía tan feliz y realizada como ahora.

En los últimos años he tenido momentos en que he estado muy bien, pero no llegaba a estar contenta a nivel general. Nunca había estado tan bien y siendo consciente de ello. Contenta, tranquila, confiada. Es una sensación en el cuerpo de que todo está bien, de que todo estará bien, de confianza.

Pero, días después… En algún punto de las vacaciones me viene un brote de ansiedad, porque son un vacío y al mismo tiempo una sobreestimulación y un mar de opciones. Dentro de ellas me bloqueo y me pierdo, me preocupo demasiado por el futuro. Podría describir la sensación de que siento en el cuerpo como si estuviera a punto de saltar de un avión, como una caída libre. Y me obligo a interiorizar la idea de que debo aprovechar y disfrutar de las vacaciones. Y entonces siento nervios por volver al trabajo, a la rutina, y ponérmelo fácil avanzando alguna tarea. La ansiedad es una fila muy larga de enumeraciones con comas e “is”.

Si me soy sincera, no he disfrutado tanto de estos días como podría haberlo hecho para estar pensando demasiado en planes de futuro y la buena gestión del dinero y la alimentación. Quisiera estar más relajada, ponérmelo fácil y reírme más. A veces puedo ser muy rígida, cerrada y rara.

Me cuesta, pero soy capaz de imaginarme un mundo sin las trabetas que yo me pongo y que se llaman ansiedad. Me parece un mundo bonito y tranquilo, como si cada día fuera un día de vacaciones en el que disfruto del camino, de las vistas, de los planes improvisados, de la tranquilidad, del fluir, del compartir, del conocer. Todo parece más fácil de llevar, más ligero. Fantaseo con esta vida y la siento en el cuerpo como un camino a seguir.

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Te envío una pregunta: ¿cómo vives los momentos de pausa?

El lado suave del mundo.

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