Ya no se trata de existir, se trata de vivir. Vida suave y energía femenina.
Desde la industrialización de las sociedades hasta las personalidades de internet, hemos mamado muchos ímputs que nos piden vivir bajo el criterio de la productividad (hacer más, tener más, ir más rápido). En el ámbito personal suele significar crear unos hábitos y horarios para conseguir un estilo de vida "correcto" que nos lleven a la consecución eficiente de unos objetivos.
Si intentamos vivir productivamente, a menudo, nos encontramos haciendo ejercicio, comiendo bien, trabajando, cultivando nuestro círculo social, desarrollar hobbies... y mil cosas más. A pesar del esfuerzo y la voluntad, muchas veces, no nos sentimos bien. Y es que no se trata de mirar las cosas que haces y el número y frecuencia en que las haces, sino en la mirada.
❀ Ya no se trata de poner alarmas para tener tiempo y poder hacerlo todo y llegar a la hora a los sitios. Se trata de ir con tiempo, tranquila, apreciando las cosas.
❀ Ya no se trata de mirarme al espejo y ver a una persona decente, atractiva. Lo que busco es sentirme yo, bonita y cuidada.
❀ Ya no se trata de pedir ayuda (o cualquier cosa) siempre que lo necesite. Es ir más allá, se trata de permitirme recibir todo lo que la vida y las personas me brindan.
❀ Ya no se trata de hacer deporte, comer bien, maquillarme, cuidarme la piel. Es tener una serie de cuasirituales en las que estoy muy presente conmigo y lo que estoy haciendo, disfruto y dedico exclusivamente un poco de cariño al cuerpo.
Podría explicar esta mirada de muchas formas distintas, pero ahora mismo, para mí, una vida suave implica dar lugar a la energía femenina y enamorarme de la vida y de mí.
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